Como observamos, pues, la adecuación está sustancialmente unida a la competencia comunicativa, entendida como aquello que un hablante debe saber para comunicarse de forma culturalmente adecuada a los contextos en que se da el acto comunicativo.
Por tanto esta competencia no es innata, se tiene que aprender. Y eso debemos también enseñar en una clase de ELE. No solo debemos enseñar las reglas gramaticales, sin también la manera más adecuada de producier mensajes en diferentes contextos.
Todos hemos podido comprobar como en muchas ocasiones al hablar con extranjeros, procuramos adaptarnos a los conociemientos lingüísticos que suponemos escasos en nuestor interlocutor, para lo cual seleccionamos las voces de valor más general y, por tanto, menos precisas, así como la forma verbal más fácil, que suponemos que es el infinitivo.
Con ello pretendemos solucionar los problemas de comunicación, aunque tengamos que contravenir las normas de la corrección lingüística.
Solamente un apunte. Debemos enseñar la adecuación en el aula. Adecuación que podemos dividir en siete tipos:
- La adecuación gestual: Cuál es el gesto más adecuado en cada momento.
- La adecuación lógica: Transmitir mensajes coherentes.
- La adecuación temática: Por ejemplo, la falta de seriedad y rigor en el tratamiento de un tema trascendente o delicado, puede producir rechazo o el enfado de los interlocutores, que pueden sentirse incómodos por la frivolidad del hablante.
- La adecuación situacional: Por ejemplo, situaciones formales o informales.
- La adecuación sociolingüística: Fundamental para nuestros estudiantes, que muchas veces se piensan que pueden contestar de la misma forma informal en todos los contextos.
- La adecuación lingüística: También importante para nuestros alumnos, en los planos fónicos y gramativales.
- La adecuación discursiva: La adecuada competencia en al organización y en la secuenciación del discurso.